lunes, 30 de noviembre de 2009

La sanidad privatizada, de nuevo a debate

(Columna publicada en El Economista el 30-11-09)

Un niño de seis años fue ingresado hace poco en un hospital público valenciano después de haber estado cinco días con más de 40 de fiebre. A los cuatro días le dieron el alta sin explicar a sus padres las causas y sin haberle realizado pruebas de la gripe A. Algunos lectores querrán saber si el hospital era de los de gestión privada –en la Comunidad Valenciana hay cuatro– o era del todo público. A los padres les dio lo mismo, porque la responsable era la Consejería de Sanidad.

Viene esto a cuento porque el Congreso ha admitido, con los votos del PSOE y otros partidos y la oposición del PP, CiU y PNV, una proposición de Izquierda Unida para prohibir la gestión privada de la asistencia sanitaria pública, lo que supondría cargarse el llamado modelo Alzira de concesión hospitalaria, ‘inventado’ por el Gobierno de Zaplana hace más de una década y adoptado recientemente por Esperanza Aguirre, mientras Murcia estudia ponerlo en marcha. El Grupo Socialista ya ha dicho que la propuesta de Llamazares no saldrá adelante tal cual, pero del partido de la improvisación se puede esperar cualquier cosa.

El debate de la privatización de la sanidad, de la que el modelo Alzira es la modalidad más extrema de las que existen en España, está lleno de prejuicios. Por ejemplo, que la privatización deteriora la sanidad pública. Yo también los tenía, hasta que un día, preparando un reportaje, me fui a la puerta de uno de esos hospitales y pregunté a diez usuarios. Casi todos estaban satisfechos con la atención y casi ninguno sabía que la gestión era privada. Ojo, ni les importaba.

En Valencia el modelo ha funcionado sin graves negligencias que hagan cuestionarse la atención en dichos centros. Por ello, el debate exige apartar los prejuicios y analizar lo bueno y lo malo de estos modelos con cifras y casos. Y entonces, hacer los cambios necesarios. En mi opinión falta vigilancia y control sobre las concesionarias por parte de Sanidad para que no se relajen y para que no pasen cosas como la del niño ingresado sin diagnóstico, doquiera que ocurriese.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Sobre el Estatut de Catalunya y el Tribunal Constitucional

El 30 de junio de 1982, las Cortes Generales aprobaron por amplísima mayoría la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (Loapa), pactada por los dos grandes partidos de entonces, UCD y PSOE. Los gobiernos catalán y vasco, CiU y el PNV presentaron sendos recursos de inconstitucionalidad por entender que algunos artículos no se ajustaban a la Carta Magna. Catorce meses después, en agosto de 1983, el Tribunal Constitucional anuló 14 de los 38 artículos porque invadían competencias de las comunidades autónomas. Todos acataron la sentencia porque una de las funciones del Tribunal Constitucional es impedir que una ley, por mucho respaldo que tenga, vulnere la Constitución.

El 10 de mayo de 2006, las Cortes Generales aprobaron por mayoría absoluta, con el voto en contra del PP y la abstención de ERC, el nuevo Estatut de Catalunya, refrendado por los catalanes el 18 de junio en un referéndum. El PP, el Gobierno de Aragón, el de Baleares y el Defensor del Pueblo presentaron sendos recursos de inconstitucionalidad por entender que algunos artículos no se ajustaban a la Carta Magna. Casi dos años y medio después, el Tribunal Constitucional aún no se ha pronunciado. Cuando lo haga, todo el mundo acatará la sentencia, faltaría más, y de nuevo será la hora de la política, esperemos que de la alta política, de la que estamos huérfanos desde hace tiempo.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Gerardo Camps cogió su fusil... y se disparó en el pie

(Columna publicada en El Economista el 23-11-09)

Un descuido al colocar al revés un folio con información secreta, que fue fotografiado con un teleobjetivo y publicado en un periódico, motivó el pasado mes de abril la dimisión del jefe de la división antiterrorista de Scotland Yard. Es un ejemplo de la admirable tradición anglosajona de la responsabilidad política. Otro: Una ministra británica dimitió hace años porque unas declaraciones suyas poniendo en duda la salubridad de los huevos afectó a la industria nacional.

Aquí ya puede un responsable político hundir a los productores de aceite, de carne o de pescado, que ni con agua caliente. El último ejemplo, el del vicepresidente económico del Gobierno valenciano, Gerardo Camps, que el miércoles dijo que la CAM, única caja de ahorros cotizada en bolsa, tendría pérdidas en 2010. La caja amenazó con emprender acciones legales y la reacción del Consell, en lugar de pedir disculpas o acusar a la prensa de haberle malinterpretado, como es habitual en estos casos, fue negar la realidad de las declaraciones confirmadas por quienes las escucharon. Alguien miente, pero eso tampoco es motivo de dimisión en España, como no lo es gestionar mal una caja de ahorros.

Es cierto que la locuacidad de Camps no alteró la evolución de las cuotas participativas de la caja, que cotizan al margen de la realidad, pero sí agotó la paciencia de Roberto López Abad, el director general al que la Generalitat no logra doblegar para que acepte una fusión con Bancaja. Los directores generales siempre han mandado mucho en la CAM, recuérdese a Juan Antonio Gisbert. López Abad se sabe respaldado por empresarios, sindicatos, impositores y hasta parte del PP alicantino. Sin él no hay fusión, y cabrearlo no parece la mejor manera de convencerlo.

El incidente finalizó con unas amables palabras de Francisco Camps hacia la CAM que lo han dejado en una posición aún más débil para forzar la fusión intrarregional. Una fusión, dicho sea de paso, que es un disparate desde el punto de vista económico, aunque esté justificada desde el político.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Cómo detener a los piratas del 'Alakrana'

Parece que se da por imposible la captura de los secuestradores del atunero Alakrana desde el momento en que alcanzaron la costa con el botín. El comandante de la Marina Real británica John Harbour, portavoz de la operación Atalanta, justificó que no se les fuera a perseguir en tierra porque "sería muy difícil identificarlos", que es una manera como otra cualquiera de decir que todos los negros son iguales. Sin embargó estos piratas han pasado 47 días a bordo del barco, en el que deben de haber dejado más que suficientes rastros de ADN y huellas dactilares, además de que han convivido con 36 marineros que sin duda alguna se habrán quedado con la cara de más de uno.

Por lo tanto, procede que el juez Santiago Pedraz reclame a la Armada española todos restos físicos y huellas que a buen seguro habrá recabado antes de que el Alakrana llegue a las Seychelles, y elabore un perfil de cada uno de los secuestradores -hasta 63 se repartieron el dinero del rescate-, con el fin de que cuando la Armada intercepte alguna lancha pirata compruebe si alguno de los detenidos estuvo en el atunero y lo mande a la Audiencia Nacional.

Procede asimismo que la Fiscalía negocie con los abogados defensores de los dos piratas detenidos una rebaja de la petición de condena si colaboran y cantan los nombres y domicilios de sus compañeros. Y por supuesto, procede que los dos piratas sean juzgados en España y cumplan la pena aquí. Si hubo algún pacto al respecto con los piratas huidos, ya no hay ningún motivo para cumplirlo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Por qué me he vacunado contra la gripe A

A las 15.09 horas de hoy una enfermera muy simpática de mi centro de salud me ha puesto la vacuna de la gripe A, prescrita ayer por mi médico, quien con su campechanía de siempre me dijo: "Tú haz lo que te dé la gana, yo no me la voy a poner, pero si quieres que te haga el volante, yo te hago el volante". Y me hizo el volante. Son bastantes los médicos que no se fían de la vacuna, entre los que destaca la monja médico Teresa Forcades, que ha dedicado casi una hora a explicar en un vídeo, Campanas por la gripe A, por qué mi vida corre peligro tras haberme vacunado. Está colgado en Youtube por partes, pero no he tenido tiempo, así que sólo me he leído lo que otros dicen que ella dice.

Algunas de sus reivindicaciones han quedado desfasadas, puesto que la vacunación no es obligatoria y no se va a aplicar en dos dosis, pero los argumentos de la monja doctora siguen ahí. El mío es menos científico que los suyos, pero más empírico: La gripe A provoca fuertes dolores de cabeza y fiebre alta durante cuatro o cinco días y en muchos casos viene acompañada de un resfriado que puede derivar en neumonía. No es algo que puede pasar, está pasando. Cada semana mueren enfermos de gripe A sin ninguna enfermedad previa, mientras que por la vacuna no conocemos ningún fallecimiento. "Todavía", apostillan los escépticos. Pues eso, todavía. Cuando empiece a haberlos redactaré mi testamento, que ya va siendo hora.

martes, 17 de noviembre de 2009

El patético combate de 'El Curita'

Varios asaltos después de caer sobre la lona por primera vez, El Curita seguía en pie ante el asombro del público. Nadie daba un duro por él y su entrenador había pensado varias veces en tirar la toalla, pero ahí estaba, recibiendo una detrás de otra, ora una imputación, ora una querella, una conversación o una sesión de control. Porque hasta las preguntas le dolían. El Curita estaba grogui. Desorientado, sólo acertaba a lanzar puñetazos al aire, mentiras, respuestas sin sentido, burlas a destiempo, camionetas, cunetas, desplantes al público... Su patetismo daba pena hasta a sus rivales, mientras sus seguidores, avergonzados, rogaban que llegara cuanto antes el golpe definitivo que pusiera fin a tanto sufrimiento. "Paco, déjalo", le decían algunos. Pero El Curita, sordo, soñaba que era Rocky Balboa y que la música estaba a punto de cambiar. Sentado en su esquina, se veía a bordo de un Ferrari con el público puesto en pie aplaudiendo su victoria. Deliraba. Sonó el gong y comenzó un nuevo asalto...

viernes, 13 de noviembre de 2009

El penoso caso de María José Carrascosa

María José Carrascosa ha sido declarada culpable en el caso que se juzga en Estados Unidos por haber sacado a su hija del país sin autorización del padre de la niña, en contra de lo que habían acordado en el convenio de divorcio. He seguido este tema desde que la familia de Carrascosa decidió hacerlo público, y desde el segundo día tuve la sospecha de que Peter Innes, el padre, tenía razón. Más aún cuando los argumentos de la española para justificar que sacara a la niña de Estados Unidos de forma ilegal eran acusaciones contra su ex marido. Acusaciones de falsa identidad, historial delictivo o intentos de envenenamiento que son difíciles de creer si uno echa un vistazo a la web de la empresa de publicidad de Innes. Las apariencias a veces engañan, pero Innes tiene más pinta de padre que no puede ver a su hija que de todo lo que de él dice Carrascosa.

La prensa española, como si de un España-USA de baloncesto se tratase, se puso de parte de la española, aunque fue matizando su postura con el paso de los meses. Sobre todo después de que Carrascosa rechazase un acuerdo extrajudicial para salir de la cárcel a cambio de dejar que su ex marido pudiera ver a la niña. Existen sendas webs de apoyo a cada una de las partes con los argumentos de cada uno. La favorable a Peter Innes no me gusta porque saca la foto de la niña hace 4 ó 5 años, pero la enlazo junto a la de apoyo a María José Carrascosa para que quien tenga tiempo pueda mirárselas y juzgar por sí mismo.

La niña, por cierto, lleva más de tres años sin ver a su madre y más de cuatro a su padre.

Añadido 13-11-09: El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, ha dicho que una vez se conozca la sentencia, el Gobierno procurará que "esa sentencia pueda ser cumplida en el ámbito de nuestro país y confiamos en que a esta operación contribuya la propia interesada", que en ocasiones, ha añadido, "se ha mostrado reacia a llegar a acuerdos con su antiguo marido". Sobra cualquier comentario.

lunes, 9 de noviembre de 2009

A fusionarse con urgencia, que viene Rodrigo Rato

(Columna publicada en El Economista el 9-11-09)

Dormía plácidamente el consejero de Economía y Hacienda valenciano, Gerardo Camps, cuando en sueños se le apareció Rodrigo Rato en su sillón de Caja Madrid. El ex vicepresidente anunciaba, jaleado por Esperanza Aguirre y el Banco de España, su deseo de fusionar la caja madrileña con la CAM, ofrecimiento que era acogido en Alicante con el cariño que otorgan sus gentes a todo aquello que no venga de Valencia. Salía entonces Francisco Camps en defensa de los intereses autóctonos, se plantaba ante Aguirre y Rato y proclamaba que por encima de su cadáver político, circunstancia que era aprovechada por Rajoy y Cospedal para amenazar con tomarle la palabra, recordarle que “no habrá próxima vez” y obligarle a entregar la caja sin derramamiento de sangre.

Esta pesadilla-ficción resume una de las hipótesis sobre el motivo que llevó a Gerardo Camps, el pasado 31 de octubre, a decir en una rueda de prensa sobre presupuestos lo que ningún consejero había dicho públicamente en los 18 años que llevamos dándole vueltas a la fusión de Bancaja y la CAM, por más que en privado hayan presionado a las entidades: Sería “irresponsable” que no se planteasen la fusión entre ellas y luego absorbieran Caixa Ontinyent y Cajamurcia.

Como los presidentes de las cajas no habían sido informados y no querían pasar por irresponsables, todavía no han dicho ni mu sobre los deberes que les han puesto primero el consejero y luego el propio presidente Camps, quien, eso sí, dejó fuera a Cajamurcia para no molestar a su homólogo Valcárcel.

La segunda hipótesis es que Gerardo Camps no tenía ese día ganas de hablar del presupuesto ni del caso Gürtel, así que decidió dar carnaza, elevada luego, visto el éxito mediático, a categoría de idea del Consell. Me quedo con la primera tesis, que coincide con la posición de la Generalitat desde hace meses, según la cual Camps rechazará cualquier fusión de Bancaja o la CAM si no la lideran. Un rechazo que con Rato en escena puede no ser suficiente, por eso quiere blindarlas y que la pesadilla no se haga realidad.

lunes, 2 de noviembre de 2009

No hablemos de política, hablemos de economía

(Columna publicada en El Economista el 2-11-09)

Menos hablar de política y más de economía, suplicó el pasado miércoles Francisco Camps ante más de un millar de empresarios y directivos reunidos en Valencia en el congreso anual de Aecoc. El ruego del president iba en realidad dirigido a los medios de comunicación y a los políticos (Ricardo, ¿por qué no te callas?), ya que los empresarios hablan lo justo de política, para quejarse de los errores de Zapatero.

Hagamos caso, pues, a Camps y hablemos “de los problemas que realmente preocupan a la gente”. Por ejemplo, a los contratistas de obra pública, cuyas dos asociaciones valencianas han hecho pública una carta quejándose del desplome de la licitación de la Generalitat y del Gobierno central y denunciando el "importante colapso financiero" que les está causando "la gran demora en los cobros de las obras dependientes de la Generalitat y sus empresas públicas".

Es habitual que en los últimos meses del año la Generalitat recurra a todo tipo de trucos de mal pagador para acabar el ejercicio. Apenas tiene para pagar las nóminas y a las empresas les da largas y pagarés para atrasar el desembolso al siguiente ejercicio, que nace así lastrado. Pero este año el problema se adelantó y los contratistas ya se quejaron antes del verano. La Generalitat los calmó con promesas de avales, confirmings y planes de tesorería que "no acaban de llegar o no están siendo efectivos, lo que está provocando la paralización real de un importante número de obras", según denuncian.

Peor aún lo están pasando los más de 3.000 abogados del turno de oficio, para muchos de los cuales la transferencia pública es su nómina. La Generalitat recortó el presupuesto para ellos de 20,5 a 16,5 millones sabiendo que el coste anual del servicio es de 24, pero ni siquiera les ha pagado el segundo trimestre. Y que se preparen, porque el presupuesto de 2010 vuelve a ser de 16,5 millones. Así están también miles de pequeños empresarios y autónomos proveedores de la Generalitat, que hablan de eso y no de política, excepto para preguntarse a qué se dedican los gobernantes.