El
Consejo General del Poder Judicial ha acabado su mandato como lo empezó, políticamente dividido e incapaz de adoptar una resolución con votos a favor y en contra de todas las tendencias. Hoy ha sido en el caso de la juez de
Dénia (Alicante)
Laura Alabau, que se negó a firmar matrimonios entre homosexuales y lanzó acusaciones por escrito contra el fiscal que recurrió la decisión.
El CGPJ le ha retirado la sanción de 305 euros que el mismo Consejo le había puesto, decisión que se ha tomado por nueve votos conservadores contra siete progresistas y uno independiente.
Es obvio que si la decisión se hubiese tomado en el próximo pleno del organismo, ya con los nuevos miembros, la decisión habría sido la contraria porque
ahora habrá mayoría progresista. ¡Qué triste!
Esta juez, por cierto, ya fue conocida en Alicante antes de negarse a casar a gays, ya que le robaron el coche con su bebé dentro un día que acudió a un levantamiento de cadáver. Afortunadamente, el bebé no sufrió daños y todo se resolvió felizmente.
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