Àngels Barceló, que no es una periodista cualquiera, presentó ayer a las 20.00 horas, al inicio de su informativo Hora 25, la noticia de la multa al juez Rafael Tirado por no ordenar el ingreso en prisión de Santiago del Valle con las siguientes palabras (más o menos, porque iba en el coche y no pude apuntar): El juez que con su decisión provocó la muerte de la niña Mari Luz Cortés...
Provocó la muerte, nada menos. Este juez, que había sido condenado a priori y a posteriori por la opinión publicada, incluso por el ministro Fernández Bermejo, ha sido multado por una falta grave que otros jueces han cometido y siguen cometiendo. A casi todo el mundo le ha parecido poco.
Para muchos jueces, y no digamos para el gran público, el castigo no depende del grado de negligencia sino del resultado. Por eso, se arma la que se arma cuando absuelven a conductores que conducían ebrios a 200 km/hora, salvo que de ello resulte un accidente.
Lo curioso es que en el caso del juez Tirado ni siquiera el resultado ha agravado el castigo. O sí, porque sus colegas no reciben ninguno por los cientos de condenados que siguen en la calle.
jueves, 11 de septiembre de 2008
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