El fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, ha propuesto varias reformas del Código Penal, entre las que destaco y comento estas dos:
1. Pornografía infantil. Se solicita el agravamiento de las penas en los casos de tenencia de pornografía infantil para consumo propio, ya que se ha constatado que quien comienza como mero consumidor a menudo se convierte en productor o distribuidor de este material.
Este disparate jurídico será muy aplaudido, dado el asco que nos produce este tipo de delincuentes, pero, ¡ojo!, lo que Pumpido propone es que se castigue más a todos los voyeurs de porno infantil porque "a menudo" acaban siendo productores o distribuidores. Por la misma regla de tres, habrá que endurecer las penas para los camellos (posibles futuros traficantes), ladronzuelos (posibles futuros atracadores) y acosadores sexuales (posibles futuros violadores). Todos son futuros grandes delincuentes mientras no se demuestre, con el tiempo, lo contrario.
2. Violencia machista. Se propone que se incluyan los "casos en los que un hombre desea tener una relación sentimental con una mujer y ésta no lo acepta", dado que al no existir relación sentimental previa no se puede aplicar al agresor las penas previstas en el Código Penal para los casos de violencia de género.
Otra metida de pata del legislador, que se dejó fuera este evidente caso de violencia machista.
martes, 30 de septiembre de 2008
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