¿En el grado cuatro del debate político? es el título de un estupendo artículo de Emilio Lamo de Espinosa publicado este jueves en la tercera de Abc que recomiendo leer. En él, este catedrático de sociología de la Universidad Complutense clasifica la calidad de los debates en cinco grados, el primero de los cuales sería el debate perfecto, en el que las partes atienden sólo a los argumentos del contrario y los rebaten o aceptan, y el grado cinco sería la violencia.
En medio estarían el grado dos, donde los argumentos más que analizarse se etiquetan y prejuzgan, aparecen las etiquetas "izquierda", "derecha", "nacionalista"... y florecen "los inquisidores del pensamiento correcto" que "más que formar ciudadanos generan borregos seguidores del grupo y su pastor"; el grado tres, donde cualquier argumento del interlocutor se atribuye "a la malicia y perversidad o, como mucho, a la ignorancia del contrario" y donde aparecen etiquetas como "rojo", "fascista" y "neoliberal" atribuidas no a los argumentos sino directamente al contrario ("más bien enemigo", como dice Lamo), que queda así despersonalizado; y el grado cuatro, en el que se prescinde directamente de cualquier argumento y se pasa al insulto o a términos "que sólo pretenden rebajar al contrario a algo despreciable, merecedor de cualquier trato". Espero haberlo resumido bien, pero lo mejor es leer el artículo.
Lamo de Espinosa pone ejemplos que hemos podido oír en las últimas semanas y los cataloga, como el "tontos de los cojones" del alcalde de Getafe, Pedro Castro (grado tres), o el "muera el Borbón" de Joan Tardà (grado cuatro), pero no pudo incluir, quizás también en el grado cuatro, las últimas declaraciones polémicas del presidente fundador del PP y senador Manuel Fraga ("Habría que ponderarlos [a los nacionalistas] colgándolos de algún sitio"), porque las realizó el mismo día de la publicación del artículo.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario
Escribe aquí tu comentario