Me pregunto a qué espera José Luis Rodríguez Zapatero para cambiar su Gobierno. Dice el presidente con mucha razón que hacen falta ilusión y confianza en el futuro para salir adelante, pero es difícil mantener la confianza cuando quien pilota la gestión de la crisis es un vicepresidente políticamente quemado.
En cualquier equipo humano llega un momento en el que las mentes más lúcidas se bloquean, se agotan, a veces se acomodan, y son incapaces de alumbrar una idea. Pedro Solbes, persona de reconocida capacidad intelectual, transmite ese agotamiento y casi nadie confía ya en sus parches.
Dijo Zapatero en Tengo una pregunta para usted que él no era como un entrenador de fútbol que hay que cambiar cuando las cosas se tuercen, porque a un entrenador lo designan a dedo y a él lo hemos votado los españoles. A él sí, pero al ministro de Economía no lo hemos puesto los españoles. Ni a Magdalena Álvarez ni a Bermejo, otros dos con la cartera en llamas.
martes, 3 de febrero de 2009
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