Han pasado más de 72 horas desde la cremà y unos potentes focos continúan iluminando el espacio donde estuvo la falla de mi calle, por donde casi nunca pasa nadie. Uno de ellos apunta a mi ventana, aunque más que el exceso de luz molesta el despilfarro que uno percibe cuando ve tanta claridad a las 3 de la mañana. Temo que ocurra igual en no pocos enclaves falleros de Valencia (son casi 400), para beneficio de Iberdrola. Los focos y los adornos falleros los colocaron y encendieron tres días antes de plantar la falla, enchufados a la red de iluminación pública, y así llevan 10 días, como si no existieran los interruptores. La instalación la paga en cada calle la comisión fallera correspondiente; la factura eléctrica corre por cuenta del Ayuntamiento, el mismo que hace tres meses retrasó el encendido de la iluminación navideña para ahorrar. Dinero público y despilfarro, otra vez juntos.
Añadido el 23-3-09: Me entero de que el Ayuntamiento de Valencia se ha apuntado a la campaña de WWF La hora del planeta, por lo que el día 28 de marzo apagará durante una hora la iluminación de varios edificios y monumentos. Es lo que se llama política de gestos, o de poses.
Pasadas otras 24 horas, los focos continúan iluminando la falla fantasma.
Añadido el 24-3-09: ¡Aleluya! Los focos siguen ahí, cinco días después, pero alguien los ha desconectado de la luz, luego era posible. ¿Habrán leído mi blog?
lunes, 23 de marzo de 2009
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de gestos... o de muecas.
ResponderEliminarun saludo javier.
uh!, esto de las luces encendidas por días y días lo he visto muchas veces.
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