Ya sé que no es noticia a estas horas que ha ganado Barack Obama, pero me apetecía dejar constancia con un titular que parecía imposible hace muy poco. Apenas ha pasado medio siglo desde que Rosa Parks se negó a ceder su asiento a un blanco en un autobús público de Montgomery (Alabama), en contra de lo que marcaba la ley. Sólo 53 años después, un negro manda en la democracia más antigua y probablemente más perfecta de las existentes, con sus defectos. Y manda en el mundo. A ver si lo arregla un poco.
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