viernes, 16 de enero de 2015
'Caguendéu', ¿de quién nos podemos reír?
(Viñeta de Anwar en el diario egipcio 'Al-Masry Al-Youm', el 8 de enero de 2015)
Contaba mi padre una anécdota de mediados del siglo XX, posiblemente apócrifa, ocurrida en una partida de pilota valenciana, cuando un espectador gritó: "Xe, caguendéu!" (cagoendiós), y la autoridad competente procedió a amonestarle. "Mire usted, es que ha dicho caguendéu y eso conlleva una multa de 25 céntimos por blasfemia". El hombre, que estaba pendiente de la partida, le alargó un billete de una peseta. "¿No tiene suelto? Es que no tengo cambio". "Yo tampoco", respondió, sin quitar la vista del trinquete. "¿Por qué no va al bar a que le cambien?" "¿Por qué no va usted? Estoy viendo la partida". "Es que yo tengo que estar aquí". Harto de discutir, el espectador soltó: "Xe!, caguendéu, caguendéu, caguendéu, arreglat". En la España medieval el castigo por blasfemar llegó a ser la cárcel y hasta la muerte y en la de hoy, aunque se mantiene la blasfemia en el Código Penal, la libertad de expresión se abre paso con una fuerza que ya la quisieran en la mayor parte del mundo. Se abre paso, pero el camino no es fácil (veánse los casos de El Jueves o el más reciente de Facu Díaz) y los terroristas no hacen más que empeorarlo, por muy lejos que disparen.
Tras el asesinato de los caricaturistas de Charlie Hebdo -el mismo día que el de cuatro clientes de un supermercado que no habían publicado ninguna viñeta-, se ha suscitado en el mundo civilizado el debate de si la libertad de expresión tiene límites, en el que ha intervenido hasta el Papa Francisco para decir que sí, que tiene límites, que "no se puede provocar" y "no se puede ofender a la religión". El Papa coincide con la mayoría de intelectuales del mundo musulmán, que han proclamado que ellos no son Charlie (en respuesta al 'Je suis Charlie' casi unánime de las primeras horas después del crimen). Con el paso de los días, esta visión va ganando terreno gracias a que, como se decía en Valencia cuando las fallas eran corrosivas, a nadie le gusta que le saquen en la falla. Uno se pone en el lugar del ofendido y concluye que se puede hacer humor siempre que no se hieran los sentimientos de nadie. Vamos para atrás.
Para remar hacia el lado correcto, expongo aquí mi parecer. Los únicos límites a la libertad de expresión deben ser la injuria y la calumnia -que son delitos contra personas, no contra colectivos- y la incitación a cometer delitos. Son supuestos difíciles de atribuir a una publicación humorística, a la que se presume un animus iocandi antes que un animus injuriandi. Si incluimos la ofensa colectiva estamos perdidos. No se podrá hacer mofa de Mahoma, de la Virgen o del amado líder de turno, pero tampoco de judíos, católicos, negros (o blancos donde sean minoría), chinos, cojos, ciegos, homosexuales, catalanes o seguidores de un partido político. Ni de las desgracias propias o ajenas, con el juego que dan. Las revistas satíricas tendrían que cerrar. Por fortuna, la mayoría de esos colectivos optan por no mostrar aprecio, que es la forma más inteligente de desprecio.
Es plausible la decisión de muchos medios de comunicación de no publicar imágenes de Mahoma para no molestar a los musulmanes. A la mayoría de los medios, como a la mayoría de los lectores, no les gusta ofender de manera gratuita. Pero es inaceptable que en países donde ya hemos conquistado una amplia libertad de expresión se pretenda volver atrás. Escribió Fernando Savater que "quienes no nos pueden ni ver se pasan el día mirándonos". Si algo les molesta, denle al botón unfollow, dejen de mirarlo y dejará de molestarles. Y procuren tomarse la vida con humor.
domingo, 4 de septiembre de 2011
Mis lecturas agosteñas (2011)
Un fin de julio con más trabajo del previsto me hizo llegar a agosto sin haberme provisto de suficientes libros y, lo que es peor, sin haber preparado una lista de lecturas. Esto ha hecho que me haya fiado de consejos de familiares, amigos y críticos literarios, con peores resultados que el año pasado. He aquí la lista:
Los anticuarios. Pablo de Santis (Destino). Lo compré porque lo recomendaba Ricardo Senabre (El Cultural), que suele coincidir con mis gustos, pero esta novela no me agradó. No sé si por la temática (vampiros) o porque la empecé cuando aún no estaba de vacaciones, pero el caso es que no me atrapó y no puedo recomendarla.
La guerra del fin del mundo. Mario Vargas Llosa (Plaza & Janés). Es el único libro que tenía preprarado, para estar seguro de leer algo de calidad. Estupenda novela histórica sobre un suceso que tuvo lugar en Brasil a finales del siglo XIX, relatada con mucho realismo y que me ha recordado a Guerra y Paz. Es larga, pero no le sobra ni una página. A la altura de La fiesta del Chivo, la mejor de las que he leído del escritor hispano-peruano.
Fundación. Isaac Asimov (Bruguera). Un familiar me dejó la primera trilogía de Asimov, pero no voy a pasar del primer libro. Es entretenido y se lee bastante rápido, pero no me entusiasma la ciencia ficción.
Purga. Sofi Oksanen (Salamandra). Me la compré porque fue uno de los éxitos literarios de esta primavera, como lo había sido en Finlandia (país natal de la autora) y Francia. El argumento está muy bien y la ambientación en Estonia desde 1936 a 1992 muy lograda, pero el desarrollo está demasiado compartimentado para mi gusto, con capítulos cada vez más cortos y continuos saltos temporales con el fin de mantener la emoción. Entretenida y recomendable, en cualquier caso.
Riña de gatos, Madrid 1936. Eduardo Mendoza (Planeta). La recomendación de varios amigos y familiares y la calidad literaria del autor de La ciudad de los prodigios contrarrestaron mi aversión a los premios Planeta. Estoy acabándola, pero sin saber el desenlace ya puedo recomendarla.
martes, 3 de mayo de 2011
Mis palabras de homenaje a Concita de Gregorio, directora de 'L'Unitá'
Este 3 de mayo, día internacional de la libertad de prensa, he tenido el honor de entregar uno de los premios Llibertat d'Expresió que otorga la Unió de Periodistes Valencians. Los galardonados este año han sido la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia de la Comunitat Valenciana, el periodista de tribunales del diario Levante Ramón Ferrando y la directora de L'Unitá, Concita de Gregorio. A mí me ha correspondido presentar y entregar el premio a la periodista italiana (foto), y lo he hecho con las palabras que reproduzco a continuación:
"Desde hace algún tiempo oímos hablar del peligro de ‘berlusconización’ de la vida política española. ‘Berlusconización’, dícese de una forma de hacer política que aprovecha las ventajas de la democracia y de la división de poderes para amenazar la democracia a base de pervertir cada uno de esos poderes. Un poder ejecutivo corrupto, un poder legislativo a merced de los intereses de los corruptos y un poder judicial maniatado por leyes a favor de los corruptos. Todo ello sostenido por ingentes cantidades de dinero de dudosa procedencia y avalado en muchas ocasiones por el llamado cuarto poder, controlado por los mismos, y que, por si esto fuera poco, inocula en la opinión pública italiana unos modales chulescos, cínicos y machistas.
Nos preguntamos cómo es posible que la mayoría de los italianos vote a Berlusconi. Entre otras razones, por el control que ejerce sobre las principales cadenas de televisión públicas y privadas. Su absolutismo sería total si no existiese un grupo de periodistas y de medios de comunicación que desde hace años denuncia sus tropelías. Es a este grupo de profesionales al que la Unió de Periodistes Valencians ha querido otorgar este año uno de sus premios Llibertat d’Expresió. Y lo hace en la persona de Concita de Gregorio, directora del diario L’Unitá, que combate todos los días de forma activa la ‘berlusconización’ de la sociedad italiana, lo que le ha valido, por ejemplo, una millonaria demanda de Berlusconi por sacar a la luz sus vergüenzas.
Concita de Gregorio es directora de L’Unitá desde hace casi tres años. Antes, trabajó 18 años en La Repubblica, otro de los diarios que al Primer Ministro le gustaría cerrar a base de demandas. Es autora de varios libros, el último de los cuales, Un país sin tiempo, es una radiografía del círculo vicioso en el que se encuentra la política italiana. Antes, publicó Malamore, sobre el problema de la violencia de género, alimentado allí por el estereotipo de mujer sumisa y despersonalizada que transmiten las televisiones que controla Berlusconi.
Y es que Concita de Gregorio es, además de periodista, mujer, lo cual no sería digno de mención si no fuera porque las mujeres ocupan el primer puesto entre todo aquello que no respeta el mal llamado ‘Cavaliere’. Ejercer hoy el periodismo libre en Italia se nos antoja difícil. Hacerlo siendo una mujer se nos antoja una heroicidad. La batalla por la dignidad de la mujer que ha emprendido, entre otras, la directora de L’Unitá se asemeja a la que heroínas de la causa feminista libraron en la primera mitad del siglo XX. En algunas cosas, Italia ha retrocedido 60 años. Sin embargo, la respuesta popular al llamamiento de L’Unitá y de su directora hace albergar esperanzas.
Por todo lo dicho, Concita de Gregorio representa para los periodistas valencianos un ejemplo a la hora de enfrentarnos a situaciones que empiezan a parecerse a las de Italia, con corruptos en las instituciones y en las listas electorales o alcaldes que barren en las encuestas después de hacer chistes chabacanos sobre los morritos de una ministra. Este premio debe servir para recordarnos que, frente a los aprendices del ‘berlusconismo’, tenemos una misión y una obligación. Gracias, Concita, por recordarnos cuál es el camino."
Nos preguntamos cómo es posible que la mayoría de los italianos vote a Berlusconi. Entre otras razones, por el control que ejerce sobre las principales cadenas de televisión públicas y privadas. Su absolutismo sería total si no existiese un grupo de periodistas y de medios de comunicación que desde hace años denuncia sus tropelías. Es a este grupo de profesionales al que la Unió de Periodistes Valencians ha querido otorgar este año uno de sus premios Llibertat d’Expresió. Y lo hace en la persona de Concita de Gregorio, directora del diario L’Unitá, que combate todos los días de forma activa la ‘berlusconización’ de la sociedad italiana, lo que le ha valido, por ejemplo, una millonaria demanda de Berlusconi por sacar a la luz sus vergüenzas.
Concita de Gregorio es directora de L’Unitá desde hace casi tres años. Antes, trabajó 18 años en La Repubblica, otro de los diarios que al Primer Ministro le gustaría cerrar a base de demandas. Es autora de varios libros, el último de los cuales, Un país sin tiempo, es una radiografía del círculo vicioso en el que se encuentra la política italiana. Antes, publicó Malamore, sobre el problema de la violencia de género, alimentado allí por el estereotipo de mujer sumisa y despersonalizada que transmiten las televisiones que controla Berlusconi.
Y es que Concita de Gregorio es, además de periodista, mujer, lo cual no sería digno de mención si no fuera porque las mujeres ocupan el primer puesto entre todo aquello que no respeta el mal llamado ‘Cavaliere’. Ejercer hoy el periodismo libre en Italia se nos antoja difícil. Hacerlo siendo una mujer se nos antoja una heroicidad. La batalla por la dignidad de la mujer que ha emprendido, entre otras, la directora de L’Unitá se asemeja a la que heroínas de la causa feminista libraron en la primera mitad del siglo XX. En algunas cosas, Italia ha retrocedido 60 años. Sin embargo, la respuesta popular al llamamiento de L’Unitá y de su directora hace albergar esperanzas.
Por todo lo dicho, Concita de Gregorio representa para los periodistas valencianos un ejemplo a la hora de enfrentarnos a situaciones que empiezan a parecerse a las de Italia, con corruptos en las instituciones y en las listas electorales o alcaldes que barren en las encuestas después de hacer chistes chabacanos sobre los morritos de una ministra. Este premio debe servir para recordarnos que, frente a los aprendices del ‘berlusconismo’, tenemos una misión y una obligación. Gracias, Concita, por recordarnos cuál es el camino."
viernes, 8 de abril de 2011
El votante inútil
El 80% de los españoles está en contra de elevar la edad de jubilación, y el 70%, de la rebaja de las pensiones, según la última encuesta del CIS.
El 80% de los españoles que van a votar en las próximas elecciones lo harán a los partidos que apoyan esa reforma de las pensiones que casi todos rechazan.
Si no me fallan los cálculos, al menos un 60% de los votantes españoles tienen lo que se merecen.
Si no me fallan los cálculos, al menos un 60% de los votantes españoles tienen lo que se merecen.
Nota: He cambiado al final "españoles" por "votantes españoles" porque no todos votan, como me ha recordado Andreu (@alcossebre) en twitter.
martes, 22 de marzo de 2011
Me sumo a la campaña por la ley de transparencia
En los últimos días ha aumentado la presión al Gobierno, a través de twitter por ejemplo (#preguntaalgobierno), para que impulse de una vez por todas la ley de transparencia que metió en un cajón en septiembre de 2010 poco después de que se conociera su decepcionante anteproyecto (.pdf) gracias a una filtración (el colmo de la ley de transparencia). Se trata de una ley que no solo interesa a los periodistas, sino a cualquier ciudadano (excepto los gobernantes), lo que pasa es que en España estamos acostumbrados, los políticos los primeros, a que la información pública es de los que mandan y no de los ciudadanos. Por ello, he decidido sumarme a la labor que hace la organización internacional Access Info para que dejemos de ser uno de los pocos países civilizados que no tiene una ley de transparencia. Además, fue una promesa electoral de Zapatero, una más de las que no ha cumplido.
1. El acceso a la información es un derecho de toda persona. Cualquier persona puede solicitar información, independientemente de su nacionalidad o profesión. No debe haber requisitos de ciudadanía ni necesidad de justificar por qué se busca la información.
Os pido que os suméis a esta iniciativa en facebook, twitter, blogs y donde podáis.
Para empezar, aquí dejo los 10 PRINCIPIOS SOBRE EL DERECHO A SABER, tomados de la página de Acces Info:
2. El acceso es la regla, el secreto es la excepción. Toda la información en poder de los organismos gubernamentales es pública en principio. La información sólo puede ser reservada por un conjunto limitado de razones legítimas establecidas en el derecho internacional y trasladadas a las leyes nacionales.
3. El derecho se aplica a todos los organismos públicos. El público tiene derecho a recibir información que tenga cualquier institución financiada por entidades públicas y privadas que ejerzan funciones públicas, como el suministro de agua o electricidad.
4. El trámite de la solicitud debe ser simple, rápido y gratuito. Realizar una solicitud debe ser simple. Los únicos requisitos deben ser proporcionar un nombre y un domicilio, y la descripción de la información solicitada. Los solicitantes deben tener la opción de presentar las solicitudes por escrito o por vía oral. Se deberá proporcionar la información inmediatamente o dentro de un plazo breve. El coste no debe ser mayor que el de la reproducción de documentos.
5. Los funcionarios tienen el deber de ayudar a los solicitantes. Los funcionarios públicos deben ayudar a los solicitantes a realizar sus peticiones. Si la solicitud se presenta a un organismo público equivocado, los funcionarios deben transferir la solicitud al órgano competente.
6. La denegación deberá ser justificada. Los gobiernos sólo podrán denegar la información de acceso público, si la divulgación pudiera causar daño demostrable a intereses legítimos, tales como la seguridad nacional o la privacidad. Estas excepciones deben ser claras y han de estar específicamente definidas en la ley. Toda negativa debe establecer claramente las razones de
la retención de la información.
7. El interés público puede prevalecer sobre el secreto. La información debe transmitirse cuando el interés público prevalezca sobre el posible daño que cause su transmisión. Se presumirá que la información sobre amenazas al medio ambiente, la salud, los derechos humanos y la corrupción debe ser revelada, dado el gran interés del público en dicha información.
8. Toda persona tiene derecho a recurrir una decisión adversa. Todos los solicitantes tienen derecho a una resolución judicial rápida y eficaz ante la negativa de un organismo público o
la falta de respuesta a la petición de información.
9. Los organismos públicos deben publicar de forma proactiva información básica. Cada entidad pública deberá poner a disposición de los ciudadanos información sobre sus funciones y responsabilidades, así como una relación de la información que maneja, sin necesidad de solicitud. Esta información debe ser actual, clara y en lenguaje sencillo.
10. El derecho debe ser garantizado por un órgano independiente. Deberá existir una agencia independiente, como un ombudsman o comisionado, para revisar los rechazos, promover el conocimiento y promover el derecho al acceso a la información.
3. El derecho se aplica a todos los organismos públicos. El público tiene derecho a recibir información que tenga cualquier institución financiada por entidades públicas y privadas que ejerzan funciones públicas, como el suministro de agua o electricidad.
4. El trámite de la solicitud debe ser simple, rápido y gratuito. Realizar una solicitud debe ser simple. Los únicos requisitos deben ser proporcionar un nombre y un domicilio, y la descripción de la información solicitada. Los solicitantes deben tener la opción de presentar las solicitudes por escrito o por vía oral. Se deberá proporcionar la información inmediatamente o dentro de un plazo breve. El coste no debe ser mayor que el de la reproducción de documentos.
5. Los funcionarios tienen el deber de ayudar a los solicitantes. Los funcionarios públicos deben ayudar a los solicitantes a realizar sus peticiones. Si la solicitud se presenta a un organismo público equivocado, los funcionarios deben transferir la solicitud al órgano competente.
6. La denegación deberá ser justificada. Los gobiernos sólo podrán denegar la información de acceso público, si la divulgación pudiera causar daño demostrable a intereses legítimos, tales como la seguridad nacional o la privacidad. Estas excepciones deben ser claras y han de estar específicamente definidas en la ley. Toda negativa debe establecer claramente las razones de
la retención de la información.
7. El interés público puede prevalecer sobre el secreto. La información debe transmitirse cuando el interés público prevalezca sobre el posible daño que cause su transmisión. Se presumirá que la información sobre amenazas al medio ambiente, la salud, los derechos humanos y la corrupción debe ser revelada, dado el gran interés del público en dicha información.
8. Toda persona tiene derecho a recurrir una decisión adversa. Todos los solicitantes tienen derecho a una resolución judicial rápida y eficaz ante la negativa de un organismo público o
la falta de respuesta a la petición de información.
9. Los organismos públicos deben publicar de forma proactiva información básica. Cada entidad pública deberá poner a disposición de los ciudadanos información sobre sus funciones y responsabilidades, así como una relación de la información que maneja, sin necesidad de solicitud. Esta información debe ser actual, clara y en lenguaje sencillo.
10. El derecho debe ser garantizado por un órgano independiente. Deberá existir una agencia independiente, como un ombudsman o comisionado, para revisar los rechazos, promover el conocimiento y promover el derecho al acceso a la información.
lunes, 14 de marzo de 2011
De cómo los políticos miran hacia otro lado ante la corrupción
Así comienza el artículo Corrupción: ¡indignaos!, escrito por el eurodiputado de UPyD Francisco Sosa Wagner y la catedrática de Derecho Administrativo Mercedes Fuertes y publicado en El Mundo, sobre lo mucho que podrían hacer y no hacen las administraciones contra la corrupción:
Cuando existen indicios de delito, hay tribunales penales que se ocupan de ello. Actúan de acuerdo con sus pausados ritmos, pues ya sabemos que hay plazos en el mundo judicial que se asemejan a los plazos bíblicos o incluso a los geológicos. Pero todo sea bienvenido porque es el sacrificio que ha de arder, en un Estado de Derecho, en el pebetero de las garantías de los ciudadanos.
Dejando aparte a la jurisdicción penal, la pregunta que conviene formular es si el ordenamiento (ojo, no el ordeñamiento) jurídico contiene otros instrumentos de defensa de la legalidad y del buen hacer que no se están activando o se están activando de manera deficiente. En concreto: ¿ha de quedarse la Administración paralizada ante episodios que claramente le resultan lesivos y perjudiciales como organización colectiva que es llamada a gestionar los intereses generales? ¿Ha de ser la Administración el Bártolo del rossiniano Barbero de Sevilla que se queda como una estatua “fría e inmóvil”?
Los estudiosos sabemos que esos instrumentos existen... (lee aquí el artículo completo).
Corrupción: ¡indignaos!
Vivimos asediados por noticias de escándalos y denuncias de corrupción que nos trasladan desde la estupefacción hasta el asco como en un tiovivo endemoniado. Son siempre asuntos delicados que tienen consecuencias muy visibles sobre los dineros públicos y, si miramos el turbio vaso del déficit, advertiremos que en su fondo se halla depositado el légamo de estas prácticas.Cuando existen indicios de delito, hay tribunales penales que se ocupan de ello. Actúan de acuerdo con sus pausados ritmos, pues ya sabemos que hay plazos en el mundo judicial que se asemejan a los plazos bíblicos o incluso a los geológicos. Pero todo sea bienvenido porque es el sacrificio que ha de arder, en un Estado de Derecho, en el pebetero de las garantías de los ciudadanos.
Dejando aparte a la jurisdicción penal, la pregunta que conviene formular es si el ordenamiento (ojo, no el ordeñamiento) jurídico contiene otros instrumentos de defensa de la legalidad y del buen hacer que no se están activando o se están activando de manera deficiente. En concreto: ¿ha de quedarse la Administración paralizada ante episodios que claramente le resultan lesivos y perjudiciales como organización colectiva que es llamada a gestionar los intereses generales? ¿Ha de ser la Administración el Bártolo del rossiniano Barbero de Sevilla que se queda como una estatua “fría e inmóvil”?
Los estudiosos sabemos que esos instrumentos existen... (lee aquí el artículo completo).
miércoles, 23 de febrero de 2011
Mi 23-F en Valencia
El 23 de febrero de 1981 tenía yo 11 años, edad a la que ya leía el periódico y me interesaba algo la política. A partir de ese día me iba a interesar más. A media tarde llamó a la puerta nuestra vecina Carmen: "Javier, ¿está tu madre?". "No, estoy yo solo con la tía" (en casa éramos siete, mis padres y cinco hermanos, más mi tía, que venía casi todos los días). "Pues dile a tu tía que no salga nadie de casa porque ha habido un golpe de Estado". "¿Un qué?". "Un golpe de Estado. Tú díselo, que ella sabe lo que es".
Me costó transmitir el mensaje porque mi tía Pilar es sorda y, aunque lee muy bien los labios, en la oscuridad del pasillo no acababa de entender el motivo por el que Carmen decía que no debíamos salir de casa. "Un-gol-pe-de-es-ta-do", articulé. El grito y la cara de espanto me confirmaron que sabía lo que era un golpe, ella que vivió la Guerra Civil siendo niña. Corrí detrás de la tía a casa de la vecina, que me explicó, ahora sí, lo que era un golpe de Estado y nos contó lo que había oído por la radio que había ocurrido en el Congreso.
Muy poco después llegó mi padre, que había salido escopetado del trabajo al oír los tiros, no sin antes haber llamado a mi madre, que estaba en clase de inglés en una academia. En menos de una hora estábamos todos en casa, y mi tía en la suya. Me asomé al balcón, debían ser las ocho, y la calle estaba casi vacía. Unos cuantos viandantes corrían hacia sus casas.
La noche de los transistores en Valencia consistió en música militar que interrumpía cada rato el parte de Milans del Bosch. Mi padre hablaba por teléfono con unos y otros. Así nos enteramos de que habían sacado los tanques y que había uno apuntando a la Jefatura Superior de Policía, junto a la que vivían otros tíos míos. A nosotros no nos dejaron salir al balcón. "Papá, ¿y dónde está el Rey?". "¿El Rey?, ja, en Londres". Me explicó su poca fe en el Monarca, que luego tuvo que rectificar al salir el Rey en televisión.
Eso es todo lo que recuerdo de aquella noche. No sé a qué hora me acosté. Sí que al día siguiente no fui al colegio y que estuve siguiendo por televisión el desenlace del golpe fallido, con aquella imagen de Tejero, el malo, fumando a la puerta del Congreso. "¿Por qué no lo cogen ahora?", me preguntaba.
martes, 22 de febrero de 2011
Por qué los ladrones de cuello blanco casi nunca van a la cárcel
Una vieja leyenda de los inspectores de Hacienda cuenta que las cárceles españolas no albergan a ningún preso por delito fiscal, pese a existir esta figura desde los años setenta. Hace unos meses, la Agencia Tributaria decidió romper el mito y ofrecer datos de cuántos ciudadanos cumplen prisión por haber defraudado al erario público. Más que desterrarla, los datos certifican la leyenda: apenas 90 personas viven encarceladas por este delito, según datos de mediados de 2010. (Lee todo el reportaje en elpaís.com)
viernes, 18 de febrero de 2011
Vuelve 'Fragments' sin censura, no te la pierdas
La Unió de Periodistes Valencians ha inaugurado este miércoles la exposición Fragments 2010. Fotoperiodistes Valencians, que llega fiel a su cita de final de invierno para hacer un repaso en imágenes al año anterior en la Comunitat Valenciana. Como esta vez no ha venido ningún zopenco a censurarla, doy por hecho que vamos a tener menos visitantes, y es una pena porque la muestra es magnífica y el lugar donde se expone también. Está en La Nau Centre Cultural de la Universitat de València, situado en la calle Universitat, 2. Hasta el 24 de abril.
La foto de arriba es de Juan Carlos Cárdenas (Efe) y fue tomada en Montroi (Valencia) durante un registro en el Ayuntamiento. Os dejo abajo otra de las fotos que me han gustado, obra de Kai Försterling (también de Efe), tomada durante un incendio en Simat de la Valldigna (Valencia). Si no puedes pasarte por La Nau y quieres ver las fotos, están publicadas en un periódico editado por La Unió y diseñado por Menta. Lo puedes ver aquí, pero te aseguro que no es lo mismo.
jueves, 10 de febrero de 2011
Argumentos contra la rebaja de las pensiones
España tiene ahora 8,7 millones de jubilados con una pensión media de 785 euros (una de las más bajas de la UE), miles de ellos en el umbral de la pobreza. Con el tijeretazo que han pactado los grandes partidos, en 2050 habrá 17 millones de jubilados (el 32% de la población) con una pensión media de 915 euros, lo que supone un aumento del 0,4% anual con pérdida segura de poder adquisitivo. Muchos ni siquiera serán -seremos- ‘mileuristas’ dentro de 40 años. ¿Qué efectos tendrá esto sobre la renta per cápita y la riqueza española? ¿Qué efecto sobre el consumo tendrá la diferencia de renta entre 22 millones de trabajadores y 17 millones de jubilados? ¿En qué medida se verá reducida la clase media?
No he visto publicado en los últimos meses ningún estudio al respecto, empeñados como estaban la mayoría de los expertos en convencernos -y a fe que lo han logrado- de que la reforma a la baja de las pensiones era necesaria y que debíamos tragar con ella. El catedrático de Ciencias Políticas y Sociales Vicenç Navarro se ha destacado como uno de los pocos expertos en economía que han cuestionado la afirmación repetida mil veces de que el sistema de pensiones en España era insostenible y para hacerlo sostenible había que bajarlas y alargar la edad de jubilación. Navarro ha publicado numerosos artículos que defienden que cabía -cabe- otro tipo de reforma, por la vía de los ingresos, sin rebajarlas, y ha advertido sobre los peligros del tijeretazo (.PDF). También se ha quejado de la opinión publicada a favor del recorte y de la falta de debate en los medios de comunicación, puesto que, afirma, apenas han dado voz a quienes lo rechazan, cuyas razones han sido ignoradas en lugar de rebatidas (.PDF).
Recomiendo leer las reflexiones de Navarro, entre las que sin embargo tampoco he encontrado respuestas a mis preguntas del primer párrafo.
viernes, 4 de febrero de 2011
Desvergüenza en la Ciudad de la Justicia
Como ya debes de conocer, un hatajo de funcionarios sinvergüenzas -me da igual si son 20, 40 o 100- de la Ciudad de la Justicia de Valencia fueron pillados in fraganti por un periodista que los grabó mientras, como cada mañana, acudían a fichar en su lugar de trabajo para a continuación abandonarlo sin siquiera sentarse en su silla. La respuesta de algunos funcionarios, como debes de conocer también, consistió en emular a los batasunos y colgar en los tablones de anuncios de algunas dependencias judiciales la foto del periodista que hizo su trabajo, Ramón Ferrando (de Levante-EMV), fotos que retiró la Guardia Civil después de varios días y que fueron repuestas por los mismos cobardes, que si después hay una agresión dirán que ellos solo colgaron una foto. Hay tantas cosas que me sorprenden de este suceso, que paso a enumerarlas sin más:
Funcionarios: La mayoría de los funcionarios de la Ciudad de la Justicia son gente trabajadora y cumplidora de su horario, no lo dudo, pero estoy esperando que alguno se escandalice públicamente por la actitud de esos malos compañeros que dañan la imagen del colectivo y se burlan de los contribuyentes y de sus propios colegas. En las cartas al director solo he visto enfado con los periodistas y con quienes han criticado a los jetas, cuando los primeros estafados son ellos. En cualquier centro de trabajo serían los propios compañeros quienes denunciarían a quienes se escaquean. Aquí hubo alguno que se lo sopló al periodista, pero nadie puso, por ejemplo, carteles anónimos en los tablones denunciando esta situación.
Sindicatos: "No es nuestra tarea denunciar a los funcionarios que fichan y se van, es de la empresa". Con esta frase se retrató el responsable de UGT en el área de Justicia, quien admitió que el sindicato sabía que en "20, 30 o hasta 50 trabajadores es un hábito continuo burlar el control horario". Esto se llama colaboración por omisión, como quien ve un grifo abierto y deja que corra el agua inutilmente porque no le pagan por cerrarlo. No es su tarea. La tarea de los sindicatos de Justicia en Valencia durante muchos años -¡qué casualidad!- fue tratar de evitar que se impusiera el control horario, con lo bien que les funcionaba la autoregulación. El resto de sindicatos tampoco ha salido a condenar la actitud de los holgazanes que empañan la imagen del resto.
Autoridades: No van a hacer nada para castigar a quienes han tenido la cara dura de trabajar menos horas de las que les tocaban -al menos, descontárselo del sueldo- y, al parecer, tampoco contra los presuntos delincuentes que han colgado las fotos del periodista. Tienen las grabaciones de Levante-EMV y supongo que habrá cámaras en la entrada de la Ciudad de la Justicia y en las dependencias donde se colgaron los pasquines. Pero no hay ganas de investigar ni de removerlo. Tanto el conseller del ramo, Rafael Blasco, como las autoridades judiciales se han molestado más por el bochorno sufrido que por los hechos en sí y da la sensación de que preferirían que no hubiese salido a la luz.
Por último, doy mi enhorabuena a Ramón Ferrando y me sumo a la condena de la Unió de Periodistes Valencians al acoso sufrido en la sede de la Justicia en Valencia.
miércoles, 26 de enero de 2011
Cuatrecasas demanda al expresidente del Valencia CF por impago
Continúan los líos judiciales en el Valencia CF como consecuencia de la negra etapa anterior que encabezaron Juan Soler y Vicente Soriano (foto), enfrentados ahora en los tribunales. Soriano tiene pleitos con otros exdirectivos y, como he contado en exclusiva en Naranjazos, mi otro blog, "le puede salir muy caro su rocambolesco intento de hacerse con el control del club en verano de 2009 junto a la sociedad uruguaya Inversiones Dalport. El despacho de abogados Cuatrecasas Gonçalvez Pereira, que lo asesoró en aquel fiasco de operación y en negocios particulares –Soriano se dedica a la compraventa de inmuebles–, ha demandado a su excliente y a varias de sus sociedades por no pagar los honorarios, que ascienden a casi 300.000 euros, intereses incluidos" (lee toda la historia aquí).
miércoles, 29 de diciembre de 2010
Mis reflexiones sobre política en SesiónDeControl.com
Hace más de dos años empecé a colaborar por amor al arte en un proyecto de revista digital creado por Borja Ventura, ex compañero en 20 minutos y paisano. Se llamaba Tinta Digital y estuvo activa algo más de dos años. Colaboré muy a gusto (aquí están mis artículos) hasta que no tuve tiempo de continuar al meterme en nuevos proyectos.
Borja acaba de poner en marcha otra de sus ideas, en la que también estoy colaborando. Se trata de SesiónDeControl.com, una publicación dedicada a dar pequeñas píldoras de reflexión política. Entre 150 y 200 palabras para lanzar una idea y desarrollarla en la medida de lo posible. Fácil de leer y difícil de escribir por el ejercicio de síntesis que supone. Ya tenéis otro sitio donde seguirme, además de en este blog, en Naranjazos y en twitter.
martes, 28 de diciembre de 2010
El ‘caso Fabra’, otro éxito del abogado Boix
El sobreseimiento del grueso del caso Fabra por prescripción, decidido por la Audiencia de Castellón, supone un nuevo hito en la carrera del penalista Javier Boix, gran conocedor de la maquinaria judicial y, por tanto, de sus errores. Este catedrático de Penal de la Universitat de València se ha convertido en el rescatador de políticos implicados en casos de corrupción, a los que salva de las garras de la Justicia ahorrándoles la difícil -a veces imposible- tarea de demostrar su inocencia. El atajo de Boix consiste en la búsqueda de errores formales con los que anular el proceso. En el caso Fabra se ha mostrado, además de astuto, calculador: Javier Boix sabía desde hacía meses, puede que años, que a pesar de la investigación y del ruido mediático, faltaba una denuncia formal que iniciara el procedimiento por los delitos fiscales del presidente de la Diputación de Castellón, pero calló y dejó seguir la tramitación -siete años dura ya- dilatándola con todo tipo de recursos y peticiones. Cumplido el plazo legal de la prescripción y con Carlos Fabra a las puertas de la sala de vistas, Boix destapó sus cartas el pasado mes de junio y pidió el sobreseimiento. (puedes leer todo el artículo en mi otro blog)
sábado, 4 de diciembre de 2010
¿Está hoy el aire más limpio en España?
La paralización del tráfico aéreo en España me ha traído a la memoria un excelente documental que vi hace tiempo sobre el llamado global dimming, que se podría traducir como el "oscurecimiento global", que provocan, entre otros factores, los aviones. Decía el documental que cuando se suspendieron los vuelos en todo el espacio aéreo de Estados Unidos durante tres días a partir de los atentados del 11-S de 2001 se observó que el aire estaba más limpio y que la radiación solar aumentaba. Los científicos aprovecharon para recoger unos datos en unas circunstancias que nunca habían soñado tener. Como no hay mal que por bien no venga, espero que los científicos españoles estén recogiendo datos estos días para sacar sus conclusiones. Dejo aquí el vídeo del documental Global Dimming, que está en inglés.
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