Gracias a la alarma por la gripe A, en muchos colegios han empezado este año a obligar a los niños a lavarse las manos antes de comer. Conozco más de uno que no enseñaba a los alumnos esta elemental norma de higiene. Lógicamente, tampoco muchos padres que han pasado por esos colegios lo hacen ni se lo enseñan a sus hijos. Y por mucho que se empeñe la ministra Trinidad Jiménez, me temo que el mensaje sigue sin calar.
Hoy he comido en el restaurante del hospital La Fe (en la foto, la entrada), en Valencia, y me he sentado cerca de la puerta, que está junto a los servicios. Siendo generoso, puedo asegurar que nueve de cada diez personas que han entrado han pasado de largo por delante de los servicios y se han dirigido directamente a la cola del autoservicio, donde han metido sus manos entre los montones de cuchillos y tenedores para escoger los suyos (una de cada diez ha entrado antes a los servicios, sin que me sea posible calcular qué porcentaje se ha limitado a orinar o defecar sin lavarse luego las manos). Si vinieran del metro o del autobús, sería una guarrada, pero es más que eso porque la mayoría de ellos viene del hospital.
Urge que la Conselleria de Sanidad ponga carteles bien grandes que inviten a la gente a lavarse las manos, carteles no sólo a la entrada del restaurante, sino en las salidas del hospital. Cuando uno sale de un hospital debe lavarse las manos, aunque no vaya a comer. Y no sólo por la gripe A, se pueden coger cosas peores.
viernes, 18 de septiembre de 2009
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Y es necesario una alarma sanitaria para que en los colegios enseñen a los niños de algo tan básico como lavarse las manos antes de comer? Y es que así nos va.
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