"Espero que el Consejo imponga tres años de suspensión al juez Tirado". Así titulaba ayer domingo
El País, en portada y en páginas interiores, su
entrevista a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Después del vergonzoso espectáculo ofrecido en la elección del presidente y vicepresidente del nuevo
Consejo General del Poder Judicial (CGPJ),
designados por Zapatero y Rajoy y anunciados antes incluso de jurar o prometer el cargo sus miembros, es de esperar que el Consejo
no imponga tres años de suspensión al juez Tirado. No porque no los merezca, sino porque cumplir a pies juntillas el desiderátum de la vicepresidenta proclamado en una entrevista sería otro golpe irreparable para quienes aún creen en la separación de poderes en España.
La verdad es que sorprende el rigor con el se tratan ciertos errores del poder judicial (por motivos claramente políticos), y falta absoluta de responsabilidad con la que se tratan los del ejecutivo. Están tan acostumbrados a controlar la justicia que ya no se controlan lo que dicen.
ResponderEliminarEsta señora, aparte de ser un feto parecido a los del Dr.Morin, no tiene ni idea de politica y menos de formas de decir las cosas sin la mala leche que refleja su rostro.
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